Tipo de cambio provoca desaceleración, pérdida de empleos y competitividad del país

Tipo de cambio provoca desaceleración, pérdida de empleos y competitividad del país

  • Tres cámaras empresariales hacen un llamado urgente por el impacto que la apreciación del colón está teniendo en los niveles de empleo del país.

La Cámara de Servicios Corporativos de Alta Tecnología (CamSCAT), que agrupa a más de 80 multinacionales; la Cámara de Tecnologías de Información y Telecomunicaciones (CAMTIC) que representa a más de 180 empresas nacionales y multinacionales dedicadas al desarrollo de tecnología y la Asociación de Empresas de Zonas Francas de Costa Rica (AZOFRAS) que alberga a casi 500 empresas exportadoras, externan al Banco Central de Costa Rica (BCCR) su gran preocupación por el impacto que el tipo de cambio está teniendo sobre el empleo en estos sectores de la economía que tradicionalmente, aún durante pandemia, han sido motor de generación de trabajo formales para el país.

El BCCR ha tenido como principal objetivo el control inflacionario, el cual ya se ha cumplido, pues según datos de la OCDE, comparativos por país, Costa Rica cierra el 2023 con -1.8% de inflación siendo su meta 3% con +/-1% de variación. Sin embargo, el control inflacionario está generando un alto costo social y pérdida de competitividad.

El tipo de cambio está causando que hoy Costa Rica tenga el salario mínimo más alto respecto al dólar en toda América Latina, generando grandes desventajas competitivas con otros países.

Por ejemplo, Costa Rica es 20.5% más caro que Uruguay, 32% más caro que Chile, 56% más caro que México (uno de los principales competidores en manufactura) y 105% más caro que Colombia, ávido competidor en manufactura, servicios corporativos y tecnológicos.

Desaceleración y pérdida de empleo

Las Cámaras a su vez externan la gran preocupación por la caída en empleos y la desaceleración que se viene registrando en algunos sectores productivos importantes para la economía costarricense.

El dinámico régimen de zonas francas, que en promedio aportó 20.000 empleos netos anuales durante el período 2020-2022, a diciembre del 2023 sólo alcanzó 5.506, lo que representa una caída del 73%.

Uno de los sectores fundamentales es el de servicios, el que aportó un 66% de crecimiento neto en empleo en el período 2020-2022.

Sin embargo, para diciembre 2023 el sector de servicios intensivos en conocimiento, cuyo principal activo es el talento humano, registra por primera vez en la historia números negativos, o lo que equivale a la pérdida de 1.243 empleos netos.

Si el costo del talento humano es alto, movilizar esas plazas a otros países es muy sencillo para las empresas, se puede ejecutar en un corto plazo y, una vez reubicados esos trabajos, recuperarlos resulta mucho más complejo.

A su vez, cabe considerar que el 75% de las empresas intensivas en conocimiento que operan centros de servicios en el país, se enfocan en funciones de finanzas y recursos humanos como sus principales procesos. Por tanto, las variaciones en planillas en empresas de tecnología en EUA, no son comparables en cuanto al impacto en el empleo del país.

A partir del II semestre del 2023, el régimen de zonas francas también registra una desaceleración y pérdida de dinamismo. Al cierre de 2022, creció 19.4%, sin embargo, para diciembre de 2023 ese crecimiento fue del 10.4%, lo que representa prácticamente la mitad.

Es importante considerar que las decisiones de inversión se toman en promedio en período de 9 a 12 meses para sectores de servicios y en rangos de 18 a 24 meses para sectores de manufactura. Es muy probable que el impacto en otros sectores se visibilice en este y el próximo año, justo antes del cambio de administración.

Considerando lo anterior, las Cámaras hacen un llamado para que el BCCR dirija sus esfuerzos hacia el cumplimiento de sus objetivos según le demanda su Ley Orgánica, en su artículo 2, inciso a), que le llama a “promover el ordenado desarrollo de la economía costarricense, a fin de lograr la ocupación plena de los recursos productivos de la nación, procurando evitar o moderar las tendencias inflacionistas o deflacionistas que puedan surgir en el mercado monetario y crediticio”; entendiendo que esos recursos productivos, son, por sobre todo, nuestro talento humano.

Las agrupaciones confían en que la Junta Directiva del BCCR tome con urgencia las decisiones adecuadas para velar no solo por los indicadores macroeconómicos del país, sino también por crear un balance que permita el mayor bienestar y oportunidades de desarrollo para las personas.

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